Gestión medioambiental: factor clave en la competitividad de las agroalimentarias

miércoles 13 de junio, 2012

El consumo de energía y la producción de subproductos son determinantes para el sector de la agroalimentación

La disposición en vertedero de los recursos orgánicos biodegradables es cada día más problemática y costosa. Las emisiones de CO2 generadas por la industria alimentaria provienen sobre todo de la combustión de combustibles fósiles para la producción de la energía térmica que se consume en las instalaciones.

De hecho el sector es uno en los que más creció la intensidad energética y eso que con la crisis económica actual resulta de vital importancia reducir los costes operativos de las industrias agroalimentarias para mejorar su competitividad.

El uso de la bioenergía permite reducir los costes operativos al disminuir los costes asociados al consumo energético y, al mismo tiempo, mejorar la imagen medioambiental de la empresa.

La biomasa es una energía más económica que los combustibles fósiles, su precio es estable y ofrece la posibilidad de aprovechar subproductos propios de la industria para producir energía térmica y/o eléctrica. Además, en muchas de las industrias alimentarias, en las que existen demandas simultáneas de electricidad y calor, los sistemas de cogeneración pueden ser herramientas muy útiles para mejorar la eficiencia energética.

Muchas industrias españolas ya utilizan biomasa en sus procesos. Carlos Moro, presidente del Grupo Matarromera, explica lo que la biomasa aporta en Bodegas Emina Ribera, donde instaló una caldera de 200 kW ya en 2005 para climatización y ACS.

Matarromera EMINA biomasa“Esta solución nos permite además aprovechar como combustible residuos del proceso vitivinícola como restos de poda de la vid, palets y barricas en desuso”, asegura Carlos Moro. El presidente de Matarromera tiene claro que el empleo de biomasa se enmarca “dentro de la estrategia global de sostenibilidad de nuestro Grupo empresarial, permitiendo la reducción de residuos y una disminución de la huella de carbono y de los costes energéticos”.

La bioenergía tiene grandes ventajas en el sector agropecuario y especialmente en granjas avícolas y de porcino intensivo. Las explotaciones ganaderas de porcino tienen un gran consumo energético y tienen que tener una temperatura constante todo el año.

 

Una granja dedicada a la producción de crías de cerdo y engorde de lechones hasta los 10 Kg, ubicada en Milagros (Burgos), sustituyó en 2009 su sistema de generación de calor mixto eléctrico-gasoil por una caldera de biomasa de 80 Kw y un depósito de inercia de 2.000 litros. El gasto en la factura energética actual, con pellet, es de 10.000 €/año y supone un ahorro de 13.000 €/año. La estabilidad en el precio del combustible permite tener un control en sus costes productivos, algo fundamental para la competitividad de la empresa.

 

DEscargarCasos de éxito en la industria agroalimentaria

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